martes, 20 de agosto de 2013

Desde el refugio del viento...



RE-COR-DAR-…Viene del bajo latín recordare, que se compone del prefijo re- “DE NUEVO” y el elemento cordare que proviene de cor, cordis “CORAZÓN”… De origen etimológico “Volver a pasar algo por el corazón”; ya que antiguamente se pensaba que el centro neurálgico del ser humano se hallaba ahí, en el corazón. Si se hubiese sabido antes que este se encontraba en la cabeza, quizás nuestro precioso verbo RECORDAR siempre hubiera sido RECAPUTARE, teniendo en cuenta el origen del bajo latín de cabeza, “capitia; caput”.

 Y de recordar va la tarde, de recordar y pasar por mi centro neurálgico, que el mío aún sigue en el corazón, todas esas maravillas de la vida de las que a diario soy testigo. De pasarme por el corazón a todas esos personajillos y momentos magníficos que la vida me regala, a los que están lejos y a los que tengo al lado… simplemente RECORDARE Y SONREIR… Así sin más.
 Desde el refugio del viento mirando la puesta de SOL a pie de playa… con LA SEÑORITA LUNA a la espalda impaciente por salir antes que este se esconda, y comenzar así su noche, disfrutando del espectáculo de estas lindas puestas del SEÑOR SOL sobre el mar…
Si yo fuese luna, me encantaría comenzar mi día con una gran puesta de sol.

1 comentario:

  1. pRita-nia 20134:43 a. m.

    Me consta, gracias a Wiki, que hasta en el OLVIDO, existe corazón y recuerdo. Una siempre recuerda que ha olvidado algo, es decir, que sabe que tenía un conocimiento que ya no está allí, tener conciencia de haber tenido eso.
    De esta manera los recuerdos olvidados no desaparecen, sino que son sepultados alla en lo más profundo del corazón, razón o inconsciente.
    Podemos pensar entonces que el olvido encierra un recuerdo, el recuerdo un olvido o tal vez sea solo que he perdido la cord-ura en este tándem sin destino...

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