sábado, 10 de mayo de 2014

Primeros días por Sri Lanka... (SL primera parte)


Tres meses inolvidables… tres meses de desconexión de todo aquello de lo que hay que desconectar de vez en cuando, para poder volver a conectar con todo aquello tan necesario como el respirar, conectar con uno mismo y con la vida en estado puro.

Son tantos los lugares,  pueblos, aldeas y rinconcitos maravillosos que hemos visitado que ahora en retrospectiva incluso me cuesta decidir por dónde empezar, así que, sin prisa alguna, comenzare como se suele hacer, por el principio…


Negombo, primera parada en Sri Lanka, casi obligada porque era el pueblito de costa más cercano al aeropuerto de Colombo, capital actual de Sri Lanka, por la que decidimos no pasar; del mismo modo que durante todo el viaje hemos decidido evitar todas las grandes ciudades posibles, en  busca de tranquilidad, autenticidad y de todo esas cositas sencillas que la vida moderna y desenfrenada nos hace olvidar y pasar por alto en el día a día. 


Como siempre me encantado decir, necesitaba recrearme en mirar a mi alrededor y darme cuenta de todas las cosas por las que merece la pena detenerse y simplemente sonreír...  Por supuesto que no hace falta ni siquiera salir de casa para hacer esto, pero aprovechando estos tres meses de viaje de placer, intenté arrastrar a mi vida este tipo de costumbres simples tan fáciles de olvidar.



Aprendiendo de cada personaje que se nos ha cruzado por el camino, y agradeciendo la hospitalidad  y amabilidad que en todo momento nos brindó la gente de Sri Lanka,  empapándonos de su cultura, historia y porqués de todo.
Un país el cual tan solo hace 5 años se encontraba en una encarnizada guerra civil, en el cual obviamente hemos conocido  chicos de nuestra edad, que sin elegirlo crecieron con un fusil entre sus manos defendiendo “su patria” de sus propios ciudadanos, desde 1983 hasta 2009, norte contra sur…



Es complejo entender el porqué de una guerra, de hecho, sigo sin comprenderlo, pero al menos humanitaria, y sociológicamente me ha hecho reflexionar acerca de ellos y su cultura, y sobre todo a cerca de esa sonrisa que no borran de sus humildes y agradecidas caras; de esa alegría intrínseca y sus ganas de vivir y vivir en PAZ.

Por muy empática que intente ser, creo que no podría imaginar mi vida si, el universo hubiese querido que en vez de haber nacido en España, hubiese sido cingalesa, eso querría decir que, desde un añito más tarde de que yo naciese, hasta mis 26 años hubiese vivido como me contaban mis abuelos, en una fea guerra civil; y entonces, mis problemas y preocupaciones vitales, no tendrían que ver con mis “problemas y preocupaciones ”  actuales, los cuales, desde esta perspectiva no podrían siquiera llamárseles problemas.
 

Por si fuese poco vivir una guerra civil, este país en plena guerra se vio azotado y parcialmente devastado por el tsunami de 2004, creando aun más caos, miseria, hambruna y epidemias varias.

Hoy en día, es un país que poco a poco va levantando cabeza, en el que comienza un auge turístico, algo muy positivo  pensando en la economía en alza de este país, y algo negativo, ya que si no respetan su propio paraíso natural, pronto las desérticas y paradisiacas playas y parajes naturales de este país, llegarán a ser lo más parecido a Torremolinos  o Benidorm pero con las palmeras naturales que los gigantes resorts turísticos a pie de playa comienzan a tapar.

De todos modos, hoy por hoy no deja de ser un paraiso natural con playas tan salvajes como espectaculares donde como no, poder disfrutar de sol y del Surf.

...Continuará...