domingo, 17 de agosto de 2014

Reflexiones antes de seguir con el viaje: INDIA (IParte)



Aliciente del recuerdo, vitamina del presente, todo lo que sé, me hace vivir en paz, todo lo que he visto me enseña a saborear los momentos, viajar me enseñó entre otras cosas, que la prisa mata.
Que quién viaja corriendo se pierde la esencia, que no se trata de contar lugares o ciudades si no de captar solo algunas esencias;  con una sola esencia clavada dentro de tú ser todas las vueltas sobran. Si una ciudad te atrapa, quédate.
Aprender a respirar la quietud del movimiento, y la tranquilidad del caos.
Tras muchos años viajando y muchos países recorridos, cuando fui a realizar un voluntariado a Sayán, “la ciudad del sol”, un pequeño pueblo en el estado de Huacho, en Perú, donde nos decían que éramos los primeros españoles que llegaban allá desde la independencia…  Comprendí esto que digo de la esencia. 
No importa cuantos nombres de ciudades puedas decir que pisaste si no encontraste la esencia de cada lugar que pisas.
Tras mes y medio viviendo y conviviendo en esta pequeña aldea de Perú, llegaba la hora de seguir el camino, no era aun la hora de volver a casa; ahora empezaba la verdadera ruta por Perú, y fue entonces cuando por primera vez en un viaje se me llenaron los ojos de lágrimas por dejar un lugar. Aquel lugar me había movido.
Desde entonces comprendí que viajar es mucho más que visitar ciudades sin parar. Viajar es saborear cada trocito de mundo, vencer tus miedos, tus tiempos, tus costumbres, tus rutinas y barreras;  y aprender;  es pensamiento a la máxima potencia, es descanso y relax, vivir y convivir, es luz para el alma, es bajar tus revoluciones vitales para contemplar y crecer.
Es replantearte todo, empezando por tus mayores certezas.
Es sentir y nada más… si fuese posible transmitir que es realmente viajar… la gente no necesitaría hacerlo.
Por eso, mientras más viajo, más trabajo me cuesta hablar de mis viajes;  cuando la gente me pregunta que tal a la vuelta de alguno de mis viajes, siento que respondo vagamente, o a lo sumo, muy general, con un… increíble, o genial, maravilloso, lugares fantásticos, gente maravillosa, estuve aquí, o allí…; a la vez que siento lo vacio de mi respuesta, ya que realmente conocer culturas y modos de vidas más que increíble, puedo decir que es INEXPLICABLE.