Esta serie fotográfica es una
familia nómada con la que topamos visitando los alrededores de Hampi, pertenecientes
a la tribu Lambani, originariamente del estado de Rajastán.
Hampi pertenece al estado de
Karnataka, es un poblado que por su belleza y singularidad no deja indiferente
a nadie, tiene una gran historia a sus espaldas y todos los vestigios de lo que
en algún momento fue una gran ciudad imperial, repleta de ruinas de antiguos
templos, envueltos en un paisaje de singulares rocas enormes, que ubicadas unas
en lo alto de otras, como si algún gigante las hubiese colocado caprichosamente,
dan forma a montañas inmensas que se intercalan entre verdes paisajes.
Conocimos pequeños poblados y gente
espectacular, personitas que te desbordan con su hospitalidad, con su presencia,
sus creencias y su realidad. Modos de
vida que realmente te hacen recapacitar acerca del mundo, o la realidad en que le toca vivir a cada uno,
porque como ya he dicho muchas veces antes; nadie ha hecho nada para nacer
donde nace… eso es aleatorio; y más lejos de poder calificar mejor o peor, creo
que lo justo sería decir que más bien son simplemente incomparables unos y otros modos de vida.
Una de las familias que
conocimos, pertenecían a la tribu
Lambani; familia nómada que se dedican a actividades agrícolas; estos se
trasladan de un sitio a otro, en lugar de establecerse permanentemente en un
solo lugar. Montando su campamento allá donde encuentran su beneficio temporal
hasta poder seguir con toda su comunidad hacía otro lugar. Su estabilidad
depende de la disponibilidad del suministro de alimentos y su explotación.
La manera despectiva con que muchas
sociedades sedentarias miran a las tribus nómadas asociándolas con lo primitivo
o marginal, hace que se subvalore su identidad cultural. Sin embargo, este tipo
de comunidades tienen un respeto enorme
a su habita, que es la propia naturaleza; así como poseen sus propios valores
culturales, artísticos y musicales, las cuales conservan entre ellos con una
arraigada tradición oral.